La
razón de estudiar y describir la geología, geomorfología, suelos, clima,
hidrografía, vegetación, flora y fauna consiste en la imperativa necesidad de
conocerlos con el mayor detalle posible a fin de aprovecharlos racionalmente y
evitar su deterioro irreversible como recursos naturales o para minimizar la
aparición de fenómenos perjudiciales tanto al medio natural como a las
actividades humanas. De igual manera, partimos del axioma que nos dice “Solo
se valora lo que se conoce, y solo se protege lo que se valora”.
Geología. La población de Quiamare está emplazada sobre rocas predominantemente sedimentarias que tienen su origen en la Era Cenozoica, Periodo Terciario, durante la época conocida como Mioceno, ello significa que comenzó a formarse hace 23 millones de años (6).
Pertenece a la Formación Quiamare, por
consiguiente la composición y estructura de las rocas que conforman sus suelos
se corresponde con una secuencia monótona de arcilitas gris verdosas, rojas
pardas y gris-azulado, en capas plurimétricas poco definidas, con intercalación
de areniscas guijarrosas, lutitas carbonáceas y lignito en capas lenticulares,
métricas (7).
La importancia de estas areniscas es que son
reservorios de hidrocarburos, particularmente en el campo petrolero Quiamare,
que se encuentra muy cercano a la población con el mismo nombre, y las arcillas
son explotadas localmente para la industria alfarera (8), tal es el
caso de la fábrica de cerámicas San Marino.
Sobre la base sismológica se encuentra
ubicado en la Zona 5 (9) donde el coeficiente de aceleración
horizontal Ao es igual a 0,35, ello la define como un área de elevado riesgo
sísmico que, ante la ocurrencia de un evento, podría generar deformaciones de
la superficie terrestre con posibles efectos secundarios; al observar mapas que
presentan el sistema de fallas en nuestro país, observamos que Quiamare se
encuentra relativamente cerca de la Falla Urica; sin embargo, no se tiene
información de que se hayan producido eventos de naturaleza sísmica con la
intensidad asignada a esta zona.
Geomorfología. Partiendo de lo general a lo específico Quiamare se ubica en la depresión central llanera, colindante con los llanos orientales, específicamente en el sistema de colinas de la Depresión de Unare y se corresponde con un medio de ablación monoclinal, morfodinámicamente activo por erosión en cárcavas, con una tendencia evolutiva moderada (10). En síntesis, se trata de un terreno donde los agentes erosivos han depositado los sedimentos siguiendo una única dirección, además presentan problemas moderados de erosión.
Geomorfología. Partiendo de lo general a lo específico Quiamare se ubica en la depresión central llanera, colindante con los llanos orientales, específicamente en el sistema de colinas de la Depresión de Unare y se corresponde con un medio de ablación monoclinal, morfodinámicamente activo por erosión en cárcavas, con una tendencia evolutiva moderada (10). En síntesis, se trata de un terreno donde los agentes erosivos han depositado los sedimentos siguiendo una única dirección, además presentan problemas moderados de erosión.
Relieve. Es suavemente quebrado a
quebrado con pendientes que oscilan entre 8 y 16%.(11) La altitud
relativa en Quiamare y su entorno varía entre los 40 y 200 metros sobre el
nivel del mar.
Relieve suavemente quebrado en la carretera que conduce a Quiamare |
Estos suelos pueden ser ubicados en el orden
de los Inceptisoles donde se incluyen
los subórdenes dominantes Ustepts y Orthents, presentan una coloración rojiza o
amarillenta y lavado de carbonato de calcio. Son aptos para cultivos con
prácticas de conservación de suelos para evitar la erosión. Una limitación
importante para el aprovechamiento más intensivo, es la irregularidad de las precipitaciones
durante el período lluvioso y la baja disponibilidad de agua para el riego. Los
sectores con pendientes más pronunciadas o suelos menos profundos, son más
apropiados para el uso pecuario, mediante la siembra de pastizales tolerantes a
la sequía y evitando el pastoreo excesivo (13).
Clima. Quiamare presenta un clima
bien definido que se corresponde con la zona de vida del Bosque Muy Seco Tropical
(bms-T). La precipitación media varía de 600 a no más de 1000 mm anuales, con 7
a 9 meses secos y solo 3 a 5 meses húmedos. La evaporación media anual es 1800
mm y la evapotranspiración llega a los 1500 mm anuales. La temperatura es
elevada durante todo el año, en promedio, fluctúa entre 26 y 27°C (14).
La insolación o número de horas con sol brillante alcanza un promedio anual de 7,0
horas y el valor promedio de radiación solar promedio es 444,1
cal/cm2/día (15). La dirección predominante del viento sigue el
patrón para el territorio nacional, es decir sopla desde el noreste hacia el
continente.
Suelos con intercalación de areniscas de areniscas guijarrosas |
Vegetación y
flora. Es
pertinente aclarar que en todo territorio se desarrolla espontáneamente una
cobertura vegetal adaptada a las condiciones tanto climáticas como edáficas y
se le denomina vegetación natural. Sin embargo, la acción humana introduce
plantas cultígenas para satisfacer sus necesidades de alimentación, salud o
recreación.
Vegetación de matorral tropical semi-deciduo |
En cuanto a la vegetación natural se distingue el matorral tropical
semi-deciduo, es decir, formaciones vegetales adaptadas al clima seco y a altas
temperaturas, las especies que tienen hojas las pierden durante el periodo seco
y otras presentan una estructura espinosa para aprovechar al máximo el agua, se
trata de cujizales y espinares cuya altura varía entre 5 a 15 metros, presentan
aspecto de árboles pequeños y vegetación esparcida. De igual forma, se
desarrollan los llamados bosques de galería a ambos márgenes de los ríos y
quebradas.
Ejemplo vegetación espinar o cactácea |
Ganadería extensiva en Quiamare. Potreros con pasto sembrado para consumo del ganado |
En la fauna doméstica encontramos: vacas, caballos,
burros, cerdos, ovejos, perros, peces, gallinas gatos y ratones.
Hidrografía. La red hidrográfica de
Quiamare es pobre, los cursos de agua que nacen y discurren por sus alrededores
son de régimen intermitente, es decir solo transportan agua durante el periodo
lluvioso, tal es el caso de las quebradas Juasjuilla, los Arrendajos y Querecual;
estas quebradas tienen sus nacientes al nor-oeste del pueblo, son tributarias del
río Aragua, el cual, a su vez es el único curso de agua permanente de la zona y
realiza un recorrido extenso antes de drenar sus aguas en el río Neverí. En
fin, los cursos de agua de la zona pertenecen a la vertiente caribeña, su cauce
es estrecho, de poco caudal y con abundante zigzagueo. Río Aragua visto desde el puente de la carretera que conduce a Quiamare |
Fuentes Bibliográficas:
(6) http://www.pdvsa.com/lexico/q8w.htm.
(7)
http://www.pdvsa.com/lexico/q8w.htm. Ob. Cit.
(8)
http://www.pdvsa.com/lexico/q8w.htm. Ob. Cit.
(9) Mapa de Zonificación
Sísmica, FUNVISIS 2001.
(10) Sistemas Ambientales
Venezolanos. Ob.Cit. Pág. 219.
(11) Sistemas Ambientales
Venezolanos. Ob. Cit. Pág. 219.
(12) Sistemas Ambientales
Venezolanos. Ob. Cit. Pág. 220.
(13) Atlas de la República
Bolivariana de Venezuela 2014. Versión Pdf. Pág. 67
(14) Sistemas Ambientales
Venezolanos. Ob. Cit. Págs. 217-218.
(15) INIA. Estación
hidrometeorlógica N° xxxx El Tigre. 2012.
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